A inicios de este año yo era muy feliz yendo un curso de diagramación que abrió el Caro y Cuervo. Era a las 5 los martes. Me di cuenta que en Bogotá casi siempre cae una lluvia monumental ese día y a esa hora. Llegaba con los tenis mojados y me queda ahí toda la clase aguantando frío. Todas lo hacíamos.
Hace rato quería tomar un curso así. Aprendí muchas cosas y se los recomiendo mucho si quieren aprender no solo cómo usar mejor InDesign sino qué implica diagramar. La verdad no me esperaba esa reflexión. Lo había considerado más como algo tipo tutorial, pero por supuesto eso le sumó todo al curso. Me ayudó a tomar mucha consciencia sobre ese oficio, sobre lo mucho que una buena lectura dependía de ese trabajo.
De esas reflexiones una que me impresionó mucho fue todo lo que nos habló el profesor Ignacio sobre tipografía. ¡Yo no sabía que se podía hablar tanto sobre letras! Nos contó sobre cómo se hacían, sobre por qué eran así, sobre todo lo que tenían que hacer los tipógrafos y tipógrafas para que unas letras coordinaran con las otras.
De ahí aprendí que no era tan cool, como yo pensaba, bajar fuentes de DaFont. Son piratas, copian el trabajo de personas que se tomaban años haciéndolas y que, normalmente, tampoco es que les paguen muy bien. Aprendí también que hay opciones gratuitas (pero legales) muy interesantes que manejan otros modelos de negocio con los tipógrafos y tipógrafas. Eso es bueno porque igual, como fanzineras que somos, por ahora no nos queda muy fácil pagar por ellas. Si les quieren echar un ojo vayan a Google Fonts, Fontsquirrel y Omnibus-type. Esta última tiene cosas bellísimas. De pronto luego les hago una reseña de Chivo, que es mi favorita.
El caso es que ese mundo se abrió así, de repente ante mis ojos, ¡y era tanto! Siento que me pasó como la primera vez que fui a un todoloquepuedascomer. Había tantos empanados qué no sabía cuál escoger. Por suerte para mí, y por eso les comparto el dato también a ustedes, mis queridas lectoras, el profesor nos invitó a una charla con un grupo de mujeres increíbles llamado TipasType.
Las Tipas, como ellas mismas se llaman, son un grupo de tipógrafas que quieren acercar este bello oficio a personas como yo, que aún estamos aventurando en estos caminos del diseño. Para eso, entre otras cosas, tienen unas redes sociales muy informativas (a las que pueden ir haciendo clic aquí). También hace poco lanzaron un libro llamado Elmentype: una guía práctica del uso tipográfico. Por ese libro fue que hicieron el evento al que fui. Lo estaban lanzando.
El libro es bello y hecho con mucho cuidado, tal vez como solo algo pensado por tipógrafas lo podría ser. Algo muy chévere de él y que ayuda mucho a ubicarse en este nuevo mar de la tipografía es una tabla que guía, cual carta astral, a escoger el tipo de letra que más le conviene a tu texto. Uno selecciona las características que quiere según lo que haya pensado que mejor le va al proyecto y, con eso, ya tiene la información para limitar el catálogo de búsqueda. ¡Es tremenda herramienta!
En últimas, esto es para picarles el gusto, como a mí me lo picó la clase, hacia la tipografía. Busquen lo que ellas hacen, busquen más. ¿Tienen algún referente que quieran compartir? Ahí quedo pendiente.
Hasta el próximo miércoles